
En este caso, si no has escuchado nunca a Parker y quieres conocerle, lo mejor que te puede pasar es encontrar este disco (39 canciones) que recoge, prácticamente, lo indispensable de este maestro de la rudeza, las urgencias y la sensibilidad.
Eran otras épocas, desde finales de los 70 hasta comienzos de los 90, pero las canciones siguen sonando con una inmediatez fascinante. ¡Suerte!
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